
Rabat – El valor de la Riqueza Global de Marruecos se duplicó con creces entre 1999 y 2013, pasando de 5.904 mil millones a 12.833 mil millones de dírhams, o sea un crecimiento medio anual de 5 %, indica un estudio elaborado por el Consejo Económico, Social y Medioambiental (CESE) y Bank Al-Maghrib (Banco Central).
Según este estudio, realizado conforme a las altas orientaciones de Su Majestad el Rey Mohammed VI y cuyos resultados acaban de ser publicadas, el capital inmaterial de Marruecos es el principal componente de la Riqueza Global del Reino, con una cuota media de 73% entre 1999 y 2013.
El estudio, titulado «Riqueza Global de Marruecos entre 1999 y 2013. El capital inmaterial: factor de creación y reparto equitativo de la riqueza nacional», señala además que durante ese mismo período, el Ahorro Neto Ajustado (ANA) se sitúa en un promedio de 17,4% del PIB, lo que confirma que el Reino está en «una senda de crecimiento sostenible».
Sin embargo, los autores de este estudio consideran que esta situación no es sostenible a largo plazo, dada la tendencia bajista del ANA que pasó de 24,1 % en 2006 a 14,8 % en 2013.
El estudio, que atribuye la mejora de la Riqueza Global de Marruecos a los intensos esfuerzos hechos por el Reino entre 1999 y 2013 en los diferentes ámbitos, destaca que durante este período, la economía nacional accedió a un nuevo nivel de crecimiento (4,6% contra 3% durante los años 90) y que el ingreso per cápita casi se duplicó gracias, en particular, a las políticas sectoriales adoptadas, a los proyectos infraestructura realizadas y a la política de apoyo al poder adquisitivo.
Tras asegurar que estos esfuerzos permitieron reducir la tasa de pobreza de 15,3 % a 4,2 % y la tasa del analfabetismo de 48 % a 32 %, la misma fuente hace referencia a la casi generalización de la enseñanza primaria, a la reducción a la mitad del déficit en viviendas, al acceso casi generalizado de las poblaciones rurales al agua potable y a la electricidad y a la comunicación de más de tres millones de habitantes en el medio rural.
No obstante, señala que a pesar de estos avances, algunos desafíos quedan por afrontar, particularmente el desempleo juvenil, las desigualdades sociales y regionales y la confianza.
Además de medir el valor y la evolución de la riqueza global de Marruecos entre 1999 y finales de 2013 y la parte del capital inmaterial en esta última, el estudio expone también una serie de recomendaciones para integrar el capital inmaterial en la elaboración de las políticas públicas para acelerar la dinámica de creación de riqueza y asegurar su reparto equitativo a favor de todos los ciudadanos y las regiones del Reino.
Las recomendaciones se articulan en torno a siete ejes que son el fortalecimiento de la capacidad del capital humano; la consolidación del capital institucional; la elaboración de un nuevo pacto social; la consolidación de la base común de los valores haciendo de la cultura la palanca del desarrollo perenne; la transformación estructural de la economía; la adopción de un modelo nacional de desarrollo sostenible; y la promoción de Marruecos como un polo de estabilidad y de asociación solidaria.
MAP