
Nueva York – Marruecos ha reafirmado en la ONU que la cuestión del Sahara marroquí es una cuestión de integridad territorial y de soberanía nacional para el Reino.
«Primero, quisiera reafirmar que la cuestión del Sahara marroquí es una cuestión de integridad territorial y de soberanía nacional de mi país», subrayó miércoles ante la Tercera Comisión de la Asamblea General de la ONU, el representante de Marruecos en esta reunión, Omar Kadiri, en respuesta a las insinuaciones falaces de Argelia sobre la cuestión del Sahara marroquí.
El diplomático marroquí recordó que Marruecos ha recuperado irreversiblemente su Sáhara mediante el Acuerdo de Madrid, reconocido por la ONU, y del que ha tomado nota en su resolución 3458B del 10 de diciembre de 1975.
Utilizando el derecho de respuesta a raíz de la declaración de Argelia en el debate de la Comisión, Kadiri lamentó que la delegación de ese país «una vez más, recurrió a la provocación, a las falsedades y la obsesión por la cuestión del Sahara marroquí «, subrayando que aparentemente las declaraciones irresponsables e infundadas se han convertido en la norma de la diplomacia argelina.
«Hubiera pensado que la delegación de Argelia evocaría, en el seno de este Comité, una cuestión distinta a la del Sahara marroquí. Pero no, nunca. Ella no puede. No tiene el valor político para hacerlo. Y de este modo, se ataca a la cuestión del Sahara marroquí, bajo su falso pretexto y a geometría variable de apoyo a la autodeterminación «, se lamentó el diplomático marroquí.
Señaló que «la creación y el mantenimiento por parte de Argelia del diferendo sobre el Sahara solo tienen por únicas razones la hostilidad y la agresividad de este país contra su vecino Marruecos, su obstinación en querer socavar la integridad territorial de Marruecos, sus objetivos hegemónicos en el norte de África, así como su estrategia de desviación para desviar a su propia población de la reivindicación de los derechos legítimos de los que se les privan a diario».
La responsabilidad de Argelia en el diferendo regional sobre el Sahara marroquí está claramente establecida, afirmó, recordando que este país, entre otras cosas, ha patrocinado la creación de un movimiento separatista y gasta enormes recursos financieros para apoyarlo militar y diplomáticamente y que ha sometido, el 2 de noviembre de 2001 en Houston, al Enviado Personal del entonces Secretario General, James Baker, una propuesta de partición del territorio del Sahara marroquí y su población, desafiando el derecho a la autodeterminación que pretende defender. Propuesta que Marruecos rechazó firmemente.
Omar Kadiri también recordó que Argelia siempre ha actuado como parte en este diferendo y reaccionó oficialmente a todas las propuestas formuladas tanto por el Secretario General y sus Enviados Personales, como por Marruecos.
Para poner fin, de una vez por todas, a este diferendo artificial sobre su Sahara, creado por Argelia, Marruecos se inscribió de buena fe en el proceso onudense para alcanzar una solución política, señaló el diplomático marroquí, agregando que el Consejo de Seguridad también reiteró y reafirmó en sus 12 resoluciones desde 2007, los parámetros fundamentales y únicos para la resolución de este diferendo.
Se trata, enumeró Kadiri, de la preeminencia de la Iniciativa marroquí de autonomía considerada como la base seria y creíble para poner fin a este diferendo, y de la negociación sobre la base del realismo y el espíritu de compromiso, y bajo la exclusiva égida de la Organización de las Naciones Unidas, como sola y única vía para lograr la solución política mutuamente aceptable de este diferendo.
Estos parámetros también conciernen la petición a las partes y a los Estados de la región de cooperar más plenamente con las Naciones Unidas y unos con otros para progresar hacia la vía de una solución política. Los países vecinos, principalmente Argelia, deben hacer contribuciones importantes al proceso, agregó.
En este contexto, continuó el diplomático marroquí, el nuevo Enviado Personal del Secretario General para el Sahara, Horst Köhler, acaba de terminar su primera gira por la región, durante la cual realizó una exitosa visita a Marruecos.
También afirmó que el referéndum, del que habla Argelia, ha muerto y fue enterrado por el Secretario General de la ONU y el Consejo de Seguridad hace más de 18 años.
Con respecto a los derechos humanos, el diplomático marroquí señaló que la situación en Marruecos, según confiesan las Organizaciones internacionales, es mucho mejor que en Argelia.
Además, el Consejo de Seguridad se felicitó de las recientes medidas e iniciativas tomadas por Marruecos, del papel desempeñado por las comisiones del Consejo Nacional de Derechos Humanos en Dakhla y Laayoune y de la interacción entre Marruecos y los mecanismos dependiendo de los procedimientos especiales del Consejo de derechos humanos y de la Organización de las Naciones Unidas, señaló.
Además, Kadiri recordó la desastrosa situación de las poblaciones secuestradas en los campos de Tinduf que se encuentran privadas de sus derechos más elementales, principalmente el derecho de ser censadas. Derecho que Argelia se las rechaza a pesar de las peticiones del Consejo de Seguridad y del Secretario General, y en violación de sus obligaciones internacionales, lamentó.
Además, el representante de Marruecos en esta reunión llamó la atención de la Comisión sobre «la situación desastrosa de los migrantes de los países africanos hermanos que viven en Argelia».
Las autoridades argelinas, relató, lanzaron una represión discriminatoria contra los ciudadanos de países terceros, y detuvieron y expulsaron por la fuerza a más de 2.000 migrantes naturales de diversos países del África subsahariana hacia los Estados vecinos durante las tres últimas semanas, precisando que entre las personas expulsadas figuran más de 300 menores, entre ellos al menos 25 menores no acompañados.
Añadió que según las informaciones de un informe de Amnistía Internacional publicado el 23 de octubre, esta nueva ola de detenciones comenzó el 22 de septiembre cuando la policía y la gendarmería de Argelia comenzaron a proceder a la detención arbitraria de migrantes en la capital, Argel y su periferia.
El diplomático señaló que según las investigaciones realizadas por Amnistía Internacional, estas detenciones se fundaban en perfil étnico, porque los policías y gendarmes no buscaron saber si los migrantes residían legalmente en Argelia, ni verificaron sus pasaportes ni otros papeles.
Algunos de los migrantes detenidos y deportados eran indocumentados, pero otros tenían visas válidas, dijo.
MAP